Posted on Mié, 07 Feb 2024, 13:52
©FAO/Eduardo Soteras
Las plagas de las plantas plantean importantes amenazas para la producción sostenible de cultivos, la productividad agrícola, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de millones de personas. A través de los desplazamientos de personas y el comercio internacional de productos agrícolas y materias primas, las plagas pueden introducirse en nuevos territorios donde establecerse, propagarse, afectar a cultivos y plantas, y causar repercusiones económicas, medioambientales y sociales negativas. Hoy en día, el problema de las plagas es igual de grave, si no peor, que hace décadas, agravado por fenómenos globales como el cambio climático. Para hacer frente a las plagas que afectan a la agricultura y perjudican al comercio internacional, los países necesitan sistemas fitosanitarios sólidos, eficientes y funcionales, con recursos humanos adecuados para prevenir y gestionar las plagas. Sin embargo, el sector fitosanitario en África se enfrenta a retos en términos de infraestructura de diagnóstico, como se destaca en la Estrategia fitosanitaria de la Unión Africana (UA) para África.
El final de 2023 marcó un punto de inflexión en el esfuerzo mundial por reforzar la capacidad fitosanitaria. Coordinado por la Secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y financiado por la Unión Europea, un proyecto titulado Fortalecimiento de las capacidades y la gobernanza en el control alimentario y fitosanitario ayudó a nueve países africanos a acceder a asistencia técnica para revisar sus sistemas fitosanitarios nacionales. Estos países, Eswatini, Djibouti, Kenya, Malawi, Mauricio, Rwanda, Seychelles, Zambia y Zimbabwe llevaron a cabo exhaustivas Evaluaciones de la Capacidad Fitosanitaria (ECF) para ayudarles a elevar su capacidad fitosanitaria al estado deseado mediante la aplicación de herramientas de planificación estratégica.
Situado en África Oriental y hogar del Gran Valle del Rift, Kenya, como uno de los países beneficiarios, validó su ECF en noviembre de 2023. El ejercicio de validación consistió en presentar los resultados de la ECF a las principales partes interesadas y planificar los próximos pasos para impulsar el sistema fitosanitario del país. El proceso de ECF de este país estuvo dirigido por el Servicio de Inspección Fitosanitaria de Kenya (KEPHIS) en calidad de organización nacional de protección fitosanitaria (ONPF), junto con las principales partes interesadas públicas y privadas, con el apoyo de facilitadores internacionales de ECF.
"La ECF no es para todo el mundo. Es un proceso bastante intensivo y muy técnico", declaró George Momanyi, Coordinador Nacional de la ECF en Kenya. "Nos hemos beneficiado mucho de los facilitadores internacionales, que han sabido guiar el proceso. Para mí y mis colegas del KEPHIS ha sido una oportunidad, una revelación para todos nosotros", añadió.
Kenya avanza con paso firme hacia la excelencia fitosanitaria
Las palabras de George Momanyi reflejan la historia de Kenya en la realización de procesos de la ECF. En 2002, con el apoyo de la Secretaría de la CIPF, Kenya inició un proceso de ECF como parte del Plan Estratégico Nacional. Esto permitió a la ONPF identificar varias áreas de mejora del sistema fitosanitario nacional, en particular, la capacidad de diagnóstico, el análisis del riesgo de plagas, la vigilancia y el control de las importaciones y exportaciones. A partir de la primera ECF, Kenya pudo desarrollar y obtener financiación para una serie de programas y proyectos que permitieron a la ONPF comprar equipos y construir laboratorios.
Al identificar otros pasos que quedaban por dar, este país inició una segunda ECF en 2018. En esta ocasión, Kenya realizó un análisis más detallado de su capacidad fitosanitaria, identificó debilidades y desarrolló un marco legal sólido que incluía un Proyecto de Reglamento sobre Certificación de Importaciones y Exportaciones y otras políticas fitosanitarias nacionales alineadas con las normas internacionales. Reconociendo la importancia de las anteriores ECF, el KEPHIS acogió con satisfacción la oportunidad que le brindaba el proyecto de fortalecimiento de las capacidades y la gobernanza en el control alimentario y fitosanitario, para iniciar una tercera ECF. Esta ECF evaluó los progresos realizados hasta la fecha en el fortalecimiento del sistema fitosanitario de Kenya e identificó nuevas oportunidades.
Ceremonia de clausura de la misión de validación de la ECF en noviembre de 2023 ©FAO / Fredrick Onyango
Este enfoque de replanteamiento y fortalecimiento del sistema fitosanitario está en consonancia con las necesidades económicas de Kenya. La agricultura en Kenya contribuye en un 33 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB) y es una fuente de sustento (empleo, ingresos y seguridad alimentaria) para más del 80 por ciento de la población keniana. Evidentemente, la agricultura es esencial para la seguridad alimentaria de Kenya, un componente clave del proyecto financiado por la UE. Según la Organización Mundial del Comercio, las exportaciones agrícolas de Kenya representan el 58% de todas las exportaciones del país, lo que evidencia la importancia de garantizar un comercio seguro de productos libres de plagas.
"Garantizar un comercio más seguro de plantas y productos vegetales supondrá un aumento de los ingresos de los kenianos, lo que propiciará la seguridad alimentaria", declaró Theophilus Mutui, director general de KEPHIS, durante la ceremonia de clausura de noviembre. "La seguridad alimentaria no puede darse sin seguridad alimentaria y sanidad vegetal", afirmó.
La Estrategia de desarrollo de la capacidad fitosanitaria de Kenya traza un plan integral para promover la mejora de la ONPF, abordar las cuestiones fitosanitarias y establecer una infraestructura y unos mecanismos de colaboración sólidos. El objetivo es aumentar la concienciación entre los responsables políticos, mejorar la comprensión de las cuestiones fitosanitarias y reforzar las asociaciones para permitir la investigación. Asimismo, pretende mejorar los aspectos organizativos de la ONPF, como las estrategias de planificación, los procedimientos, los manuales operativos y los recursos humanos y financieros. La estrategia se centra en reforzar las competencias y mejorar la remuneración del personal para lograr mejores resultados. Igualmente, da prioridad a la planificación estratégica, la participación de las partes interesadas y el apoyo a los pequeños productores para el cumplimiento de la normativa. El plan también incluye el desarrollo de infraestructuras, operaciones de laboratorio eficientes y una respuesta nacional de emergencia ante plagas. Desde un punto de vista técnico, la estrategia destaca la importancia de la vigilancia fitosanitaria, los programas de erradicación, la formación y el apoyo legislativo. Además, aborda la regulación de las importaciones, la trazabilidad y la revisión de los procedimientos, para mejorar la certificación de las exportaciones, la documentación y la colaboración. Todas las actividades contempladas en la estrategia tienen por objeto reforzar el sistema fitosanitario de Kenya, en consonancia con las normas internacionales pertinentes y en vista de los retos climáticos mundiales.
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