Posted on Lun, 13 May 2024, 07:26
© FAO/Cristiano Minichiello. El maíz es uno de los cultivos más exportados de la Argentina, cuyo comercio se ve impulsado por ePhyto.
En 2009, la Argentina decidió adoptar la certificación fitosanitaria electrónica de los productos agrícolas para facilitar un comercio más rápido y seguro con otros países, de forma más precisa y oportuna. Los funcionarios del país también habían recibido información de las partes interesadas implicadas en el comercio, concretamente de los exportadores, que exigían certificados electrónicos cuando comerciaban con algunos países.
Tras más de una década de planificación y pruebas de su propio sistema nacional, la Argentina adoptó la solución ePhyto de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF), convirtiéndose en uno de los primeros países en hacerlo. El país empezó a sustituir los certificados fitosanitarios en papel por certificados electrónicos en el comercio de todos los productos vegetales.
Gracias a la Solución ePhyto de la CIPF, la Argentina opera actualmente al 100 por ciento sin papel con la emisión de ePhyto para sus exportaciones a Bolivia, Chile, Costa Rica, Côte d'Ivoire, Guatemala, Guyana, Jamaica, Jordania, Panamá, Paraguay, Perú, Sri Lanka, los 27 países de la Unión Europea y los Estados Unidos de América.
La solución ePhyto de la CIPF es un sistema en línea que permite a los países intercambiar certificados fitosanitarios digitales denominados ePhytos para sustituir a los certificados en papel, aumentando así la fiabilidad y reduciendo los errores y el fraude. Los países envían o reciben ePhytos a través de un sistema de intercambio centralizado denominado Hub, sin necesidad de acuerdos bilaterales. Los países que no disponen de un sistema específico pueden utilizar el Sistema Nacional ePhyto Genérico (GeNS), un sistema centralizado basado en la web para crear, enviar y recibir ePhyto.
El uso de ePhyto ha agilizado la certificación y ha contribuido significativamente a reducir la huella de carbono del país. La decisión fundamental tomada hace más de una década ha beneficiado al país de muchas maneras. Si bien el proceso tuvo algunos retos, para la Argentina los beneficios y las lecciones son mucho más importantes.
El compromiso nacional da sus frutos
© Participantes en el taller regional de ePhyto en la Argentina en 2023
Hace unos 15 años, la Argentina empezó a desarrollar un sistema nacional con una plataforma web para eliminar rápidamente los certificados fitosanitarios manuales. El sistema SIG-Fito se puso en marcha en 2012. Además de ser compatible con ePhyto, también permitía la emisión de otros tipos de certificados, como los certificados para productos OGM, y realizaba funciones como la facturación, la tramitación de solicitudes de análisis de laboratorio y el enlace con las aduanas. Era una mejora importante respecto al sistema en papel, pero aún insuficiente para agilizar el intercambio de información fitosanitaria que se realizaba mediante certificados en papel, un método laborioso y oneroso propenso a errores y fraude.
Gracias al gran trabajo del Grupo Directivo de ePhyto, el Centro Internacional de Cálculos Electrónicos de las Naciones Unidas y la Secretaría de la CIPF, en 2017, la Argentina se conectó al Hub de la Solución ePhyto de la CIPF y comenzó con las pruebas de intercambio de ePhyto en 2018, seguido de la adopción completa en 2020.
Al poco tiempo, junto con Chile, la Argentina marcó un antes y un después en 2020 al eliminar los Certificados Fitosanitarios en papel en todos los intercambios de productos vegetales entre ambos países.
Durante la pandemia COVID-19, cuando se restringieron los vuelos y movimientos internacionales, el sistema e-Phyto garantizó la transmisión oportuna y eficaz de información fitosanitaria, manteniendo un flujo fluido de productos agrícolas en el comercio mundial. En un año, la Argentina expidió más de 20 000 ePhytos para exportaciones a la Unión Europea de aproximadamente 5 000 000 de toneladas de productos vegetales. El uso de certificados ePhyto ha contribuido a agilizar las transacciones de productos vegetales, reducir la ambigüedad y aumentar la transparencia de las operaciones.
Los procesos fronterizos son ahora más eficientes porque los certificados ePhyto han minimizado significativamente la posibilidad de que se utilicen certificados de papel fraudulentos y lleguen a las aduanas argentinas. Además, la solución ePhyto de la CIPF permite verificar y sustituir los certificados fitosanitarios cuando es necesario, incluso antes de que los envíos lleguen a la frontera, reduciendo o eliminando los retrasos en la tramitación.
El uso del sistema ePhyto también ha aumentado la confianza entre las autoridades y ha reducido el uso de papel, ya que no es necesario imprimir. Según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, la organización nacional de protección fitosanitaria (ONPF) de la Argentina, algunas empresas declararon haber ahorrado hasta 100 USD por envío en costes de mensajería.
Lecciones decisivas
Durante la 18.ª Sesión de la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF-18), celebrada en abril de 2024, la Argentina realizó una presentación sobre su éxito en la implementación de la Solución ePhyto de la CIPF, con tres aspectos fundamentales para que las ONPF consideren la adopción del sistema:
Armonización internacional: Al utilizar la solución ePhyto de la CIPF, los países cumplen las normas internacionales para medidas fitosanitarias (NIMF). En particular, el Apéndice 1 de la NIMF 12 proporciona un enfoque armonizado, un sistema lingüístico normalizado a nivel mundial y una estructura de mensajes e intercambio de protocolos para facilitar el comercio.
Cooperación: Los países deben cooperar para avanzar en el desarrollo y la aplicación de ePhyto. Aumentar la adopción y el uso efectivo del sistema requiere más talleres sobre el tema, fortalecer los contactos bilaterales, aprovechar las consultas informales y las sesiones de intercambio de experiencias.
Resolución de problemas: Desarrollar y utilizar planes de contingencia es clave para hacer frente a cualquier imprevisto, como problemas relacionados con las tecnologías de la información, que puedan interrumpir o retrasar el intercambio de ePhytos y facilitar el comercio.
“EPhyto tiene múltiples beneficios para el comercio de productos vegetales. Entre ellos, la reducción de tiempo y de costes, la mayor garantía de autenticidad de los certificados y la mejora en la eficiencia del proceso de certificación y su comunicación tanto al país de destino como a los implicados en la cadena comercial. La Argentina ha avanzado muy bien con esta certificación y ahora dependemos de los avances que puedan hacer otros países para que ePhyto sea la regla en el comercio internacional de granos y no la excepción. La documentación electrónica en el comercio internacional es algo que llegó para quedarse y es fundamental que los gobiernos acompañen y participen en este proceso”.
Cita de un miembro del sector de la exportación argentino sobre la necesidad de implantar ePhyto en todo el mundo