Posted on Пн, 25 Апр 2016, 12:00
La 11ª reunión de la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF11) se celebró del 4 al 8 de abril de 2016, en la Sede de la FAO, Roma, Italia. La CMF11 fue la primera reunión de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) orientada al próximo quinquenio (2016-2020). El tema de la CMF11 fue "Sanidad vegetal y seguridad alimentaria". En la sesión de apertura de la CMF11, lel Dr. Rudy Rabbinge, catedrático emérito de Wageningen University & Research, pronunció un discurso con énfasis en la función decisiva de la sanidad vegetal en la seguridad alimentaria en el pasado y en el futuro.
La protección de los cultivos es un sector fundamental en la agricultura. Los cambios que se han producido en la agricultura en los últimos decenios pueden caracterizarse por seis grandes tendencias: 1) el aumento de la productividad por hectárea, por hora-hombre, por animal y, singularmente, por unidad de insumos externos, como fertilizantes, y la protección de los cultivos; 2) objetivos más amplios, tales como el paisaje, aspectos del medio ambiente y sociales junto a la productividad; 3) modificación del carácter de la agricultura, más basada en la ciencia, innovación y tecnología, menos en la tradición y la práctica solamente; 4) fortalecimiento de los vínculos entre la alimentación y la salud, con orientación hacia alimentos personalizados; 5) conexión más fuerte en la cadena del suelo al punto de venta y desde la semilla a la carne; y 6) ascenso de una economía de base ecológica. La sanidad Vegetal es decisiva en cuatro de las seis megatendencias, lo que está en consonancia con la evolución histórica de la protección de los cultivos.
La primera fase de la protección de los cultivos puede llamarse la fase preliminar de reconocimiento, descripción e identificación de plagas y enfermedades. En la segunda etapa, a comienzos del siglo XX, prevaleció una descripción biológica más detallada de las plagas, sus plantas hospeders y sus enemigos naturales, que condujo a medidas preventivas de control. En la tercera fase, se observa la introducción de plaguicidas sintéticos primero en la Segunda Guerra Mundial. Apareció cada vez una aplicación programada y un énfasis excesivo en los productos químicos, la introducción de un control más armonioso e integrado se inició desde los años 50, pero recibió más importancia después de la "Primavera silenciosa", a finales de los años 60.
Prevaleció la promoción del control integrado de plagas y de enfermedades y ahora, en la quinta fase, se observa el enfoque ecológico de producción en el que están integrados la nutrición de las plantas, la fertilidad de los suelos, la gestión del agua y el control de plagas y enfermedades. En muchos casos, las plagas y las enfermedades son el resultado de una mala gestión. Ese enfoque exige mucho más conocimientos biológicos y entendimiento en todos los niveles. Es necesario tener los conocimientos básicos de ecología. El enfoque ecológico de producción teórica sentó las bases de una agricultura productiva, con muy pocos efectos sobre el medio ambiente y que ahorra una enorme cantidad de hectáreas para la biodiversidad.
La creciente importancia de la sanidad vegetal en la manera en que la agricultura está cumpliendo los objetivos de la sociedad, es asombrosa. Este papel crucial requiere una buena mezcla de los llamados diamantes de oro. Conocimientos e innovación a través de las instituciones del conocimiento, actividades del sector privado para producir en un ambiente sofisticado y de forma responsable, que la organización social fortalezca los objetivos sociales y estimule el diálogo social y, por último pero no menos importante, los encargados de formular políticas y administraciones definen las normas y requisitos.
La CIPF es el convenio mundial que establece el entorno y dirige estos acontecimientos. Una tarea difícil y muy necesaria que requiere liderazgo y un fuerte apoyo de la comunidad. Es por ello que el diálogo que promueve la CIPF es decisivo. Hay que felicitar a la nueva dirección con esa perspectiva inteligente.