Sanidad vegetal y comercio electrónico: Los países comparten conocimientos y experiencias para proteger los recursos vegetales y el comercio

Roma, 16 de abril de 2024. Paralelamente la 18.ª reunión de la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF-18), las partes contratantes de la CIPF debatieron cómo el comercio electrónico y el movimiento de plantas y productos vegetales a través de los servicios postales y de mensajería se han convertido en una vía importante para la introducción y propagación de plagas, y estudiaron posibles estrategias para minimizar los riesgos asociados. El comercio electrónico genera unos 5 000 paquetes nuevos cada segundo y ha transformado la compraventa de mercancías, incluidas las plantas.

"El importante crecimiento de envíos ha provocado retos sin precedentes para los sistemas fitosanitarios de exportación e importación. La interceptación de los envíos que contienen mercancías que plantean riesgos fitosanitarios o que no cumplen los requisitos fitosanitarios de importación del país de destino es uno de los mayores retos a los que se enfrentan las organizaciones nacionales de protección fitosanitaria (ONPF)", declaró Osama El-Lissy, secretario de la CIPF.

También destacó que la gestión del comercio electrónico y las vías postales y de mensajería son prioridades del Marco Estratégico 2020-2030 de la CIPF. El Comité de Aplicación y Desarrollo de la Capacidad (CADC) de la CIPF, en coordinación con el Comité de Normas, sigue desarrollando soluciones prácticas para abordar los problemas del comercio electrónico.

Susan Patnode, de la Unión Postal Universal (UPU), destacó el enorme tamaño y complejidad de la cadena de suministro postal, con 8 900 millones de paquetes intercambiados anualmente. La UPU establece las normas para el intercambio internacional de correo y lleva a cabo iniciativas para garantizar la seguridad de las mercancías que circulan a través de los servicios postales. Además, la UPU ofrece formación a los operadores postales nacionales sobre planificación de emergencias y evaluación de riesgos, proporciona orientación sobre cómo los servicios postales y los mensajeros pueden prevenir e interceptar las mercancías peligrosas, y lleva a cabo campañas de comunicación y sensibilización.

Thorwald Geuze, de la ONPF de los Países Bajos y responsable del CADC sobre comercio electrónico, señaló algunos de los retos del comercio electrónico: el enorme volumen de pequeños paquetes que pueden saltarse los puntos de inspección normales, la información limitada sobre el contenido de los paquetes, el anonimato de los vendedores en línea y la tergiversación y el fraude deliberados. Todos estos factores suponen una amenaza para la protección fitosanitaria y el comercio seguro a través del comercio electrónico. Instó a las ONPF a utilizar los amplios recursos de la CIPF sobre comercio electrónico, como la página web sobre comercio electrónico, la guía sobre comercio electrónico: A guía para la gestión del riesgo de plagas que plantean las mercancías pedidas en línea y distribuidas a través de vías postales y de mensajería y el vídeo infográfico. El Sr. Geuze animó a las ONPF a hacer uso de estos materiales y a compartir recursos técnicos fitosanitarios adicionales sobre comercio electrónico con la comunidad fitosanitaria mundial, con el fin de aumentar la comprensión y mejorar la colaboración.

Experiencias nacionales

En su presentación "Corre la voz, no la plaga", Bruno Gallant, de la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA), reiteró algunos de los retos, que se ven dificultados por el escaso conocimiento de los requisitos fitosanitarios por parte de los clientes. Para mitigar el riesgo de plagas, entre 2020 y 2021 (cuando el comercio electrónico creció debido a la pandemia de COVID-19), la Agencia llevó a cabo una campaña de sensibilización dirigida a los consumidores en línea. La campaña tenía que transmitir mensajes para que los clientes "se preocuparan" y cambiaran de comportamiento. La CFIA utilizó publicidad de pago, elaboró mensajes en línea, vídeos en YouTube, redes sociales y contenidos en su sitio web. Como resultado, la campaña aumentó la visibilidad sobre el riesgo que supone el movimiento de paquetes que contienen productos vegetales, insectos vivos o caracoles, en el comercio electrónico. Asimismo, aumentó la concienciación sobre las funciones y responsabilidades de los compradores y vendedores en línea.

Utilizando estudios de casos de Nueva Zelandia, Peter Thomson, del Ministerio de Industrias Primarias de Nueva Zelandia, presentó un enfoque de colaboración de tres factores para gestionar el riesgo de plagas asociado al comercio electrónico: cooperación con las plataformas de comercio electrónico, cooperación entre las ONPF y cooperación del público.

En cuanto al reto de supervisar el comercio electrónico, Rosina Leicht, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina, señaló que el cribado y la supervisión diarios en plataformas, mercados y redes sociales pueden ayudar a mitigar el riesgo de plagas, dando a las ONPF el control del intercambio de mercancías en línea mediante el uso de datos en tiempo real.

Julie Hong-Sakowski, del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), abordó los retos del contrabando agrícola y cómo las nuevas tecnologías han creado nuevas vías para la entrada de mercancías, elevando el riesgo de propagación de plagas. También destacó la importancia de crear asociaciones con nuevas plataformas de comercio electrónico, como las de terceros, las redes sociales y las aplicaciones móviles. El USDA consiguió trabajar con algunas grandes plataformas de comercio electrónico para crear filtros internos en el sistema con el fin de evitar que los compradores estadounidenses accedan a materiales agrícolas de origen extranjero.

La sesión paralela de la CMF-18 sobre comercio electrónico se organizó con el apoyo de la NAPPO, el COSAVE y la OEPP.

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Retransmisión por Internet de la sesión paralela sobre comercio electrónico