Posted on Sáb, 22 May 2021, 06:00
Un planeta sin diversidad biológica es un planeta en peligro.
Desde las plantas al suelo, pasando por los polinizadores y los animales, hasta la alimentación y la agricultura, el valor de la biodiversidad es inconmensurable. Como organizaciones internacionales y agencias de la ONU, es nuestro deber garantizar que nuestro medio ambiente sea sano, diverso y esté protegido. Es fundamental adoptar ahora medidas concretas para preservar la biodiversidad a fin de construir un mundo mejor y más sostenible para el futuro. Es hora de darse cuenta de que "somos parte de la solución" y ahora es el momento de actuar en favor de la naturaleza. Las amenazas a nuestros diversos ecosistemas están a la vuelta de la esquina. Las actividades humanas y el cambio climático han contribuido y pueden contribuir cada vez más a poner en peligro la naturaleza y la biodiversidad. Tan diminutas e insospechadas como letales y voraces, las plagas vegetales invasoras provocan el declive de la biodiversidad en todo el mundo y son responsables de la pérdida de hasta el 40% de los cultivos alimentarios mundiales cada año. Suponen una gran amenaza para la sanidad vegetal, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. La evaluación mundial de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES) reconoció que las plagas y otras especies exóticas invasoras son uno de los principales responsables de la pérdida de biodiversidad mundial, y limitar su propagación es nuestra misión global.
Como una de las convenciones relacionadas con la biodiversidad, la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, a la que represento hoy aquí, tiene como objetivo prevenir la introducción y la propagación de plagas invasoras en nuevas zonas, estableciendo una serie de normas internacionales para las medidas fitosanitarias. Cuando son aplicadas por los países, estas normas de la CIPF ayudan a proteger los recursos naturales y agrícolas, y a preservar la biodiversidad en todo el mundo.
El uso masivo de plaguicidas peligrosos también está contribuyendo a la degradación de la biodiversidad y al deterioro de nuestros ecosistemas. Además de las plagas y enfermedades de las plantas, los productos químicos peligrosos eliminan muchos organismos buenos, polinizadores y enemigos naturales que ayudan a combatir las amenazas invasoras y a mantener el equilibrio de nuestros ecosistemas naturales. La gestión integrada de plagas, con el uso de bioplaguicidas y otros métodos respetuosos con el medio ambiente, en combinación con la aplicación de las normas internacionales sobre medidas fitosanitarias, puede marcar seriamente la diferencia y evitar daños directos al medio ambiente.
Nunca ha sido tan evidente como ahora lo mucho que dependemos de la naturaleza y lo mucho que le debemos. La pandemia de la COVID-19 ha demostrado la profunda interconexión entre los seres humanos y la naturaleza. Nuestra salud depende estrechamente de la salud del planeta en el que vivimos, y es nuestra responsabilidad común hacer de nuestro mundo un lugar sano y seguro. A través de nuestras acciones, nuestras elecciones, nuestras actividades podemos marcar la diferencia y ser una gran fuente de beneficios para la naturaleza. Las soluciones que buscamos están en la naturaleza, y proteger las plantas significa proteger la vida.
¡Feliz Día Internacional de la Diversidad Biológica a todos!